Rusia tiene un enorme problema informático: solo tiene 2 meses de almacenamiento en la nube
Rusia se enfrenta a una crisis crítica de almacenamiento informático después de que los proveedores de nube occidentales abandonaran del país. Esta situación deja a Rusia con solo dos meses más antes de que se quede sin almacenamiento de datos.
El gobierno ruso está explorando varias soluciones para resolver este problema de almacenamiento informático. Las opciones van desde arrendar todo el almacenamiento de datos doméstico disponible hasta apoderarse de los recursos informáticos dejados por las empresas que se retiraron del país.
Reunión para abordar el problema
Estas soluciones fueron propuestas durante una reunión realizada en el Ministerio de Transformación Digital. A dicha reunión asistieron representantes de las compañías tecnológicas nacionales Sberbank, MTS, Oxygen, Rostelecom, Atom-Data, Croc y Yandex.
Según el medio de comunicación ruso Kommersant, que afirma tener fuentes que confirman esta propuesta, las partes estimaron que les quedan aproximadamente dos meses antes de quedarse sin espacio de almacenamiento disponible.
Debido a las sanciones impuestas, todas las empresas rusas se vieron obligadas a recurrir a proveedores de servicios de almacenamiento en la nube nacionales. Esta acción ocurrió después de que los servicios de almacenamiento en la nube occidentales rompieron las relaciones comerciales con el país.
Por ejemplo, las necesidades de capacidad de almacenamiento de origen local del operador móvil ruso MegaFon se quintuplicaron. Asimismo, las necesidades de MTS se multiplicaron por diez y VK tuvo que buscar un 20% más de recursos de almacenamiento en solo una semana.
Esto ha creado un problema práctico insuperable ya que no hay suficientes centros de datos en Rusia para satisfacer las necesidades de los operadores locales. Por lo tanto, se necesita una solución nacional para la crisis de almacenamiento rusa.
Kommersant explica además que la situación coincide con el crecimiento exponencial de las necesidades de almacenamiento de las agencias públicas rusas. Las agencias necesitan más almacenamiento debido a los proyectos de “ciudades inteligentes” que involucran extensos sistemas de videovigilancia y reconocimiento facial.
Pasos para una solución
La semana pasada, el Ministerio de Desarrollo Digital modificó la Ley Yarovaya (2016) para suspender un requisito anual para que los operadores de telecomunicaciones aumenten las asignaciones de capacidad de almacenamiento en un 15 % con fines de vigilancia antiterrorista.
Otro movimiento que podría liberar espacio sería exigir a los ISPs que dejen los servicios de transmisión de videos y otras plataformas de entretenimiento en línea que consumen recursos preciosos.
En tercer lugar, existe la opción de comprar todo el almacenamiento disponible de los centros de procesamiento de datos nacionales. Sin embargo, es probable que esto genere más problemas para los proveedores de entretenimiento que necesitan almacenamiento adicional para agregar servicios y contenido.
Rusia también está considerando apoderarse de los servidores informáticos y el almacenamiento que dejaron las empresas que se retiraron de Rusia. En otras palabras, Rusia podría integrarlos en la infraestructura pública.
Según los medios locales, el ministerio actualmente está analizando cuántos recursos estarían disponibles si el gobierno promulgara tales políticas. Luego se desarrollará un procedimiento acelerado si son suficientes para respaldar las operaciones en estado crítico.
La opción final sería aprovechar los proveedores de servicios en la nube y los vendedores de sistemas informáticos chinos. Sin embargo,actualmente esto es complicado porque China aún no ha decidido cuánto está dispuesto a ayudar a Rusia y en qué sectores.
Según sabemos, Huawei suspendió sus ventas de equipos a Rusia hasta el 26 de marzo de 2022. Sin embargo, al ser sancionada por los Estados Unidos y prohibirle los despliegues de 5G en los países de la UE, Huawei puede tener una gran oportunidad. La empresa tecnológica china puede aprovechar la oportunidad comercial para llenar el vacío dejado por la salida de los competidores occidentales.