Fundador de Exchange se lleva a la tumba más de 250 millones de dólares de sus clientes
Gerald Cotten, cofundador y CEO de QuadrigaCX, murió el pasado mes de diciembre sin darle a nadie la contraseña de su ordenador, donde está el registro de todas las inversiones y la cartera fría del intercambio.
Gerald Cotten, cofundador y CEO del exchange canadiense de criptomonedas QuadrigaCX, murió el 9 de diciembre pasado por complicaciones de la enfermedad de Crohn, informó la compañía en un post en Facebook. También se llevó a la tumba la contraseña para acceder al ordenador donde están todos los registros de las inversiones de la empresa.
QuadrigaCX debe unos 250 millones de dólares canadienses a sus clientes
La plataforma de intercambios debe a sus clientes 250 millones de dólares canadienses (CAD, unos 193 millones de euros), tanto en criptomoneda como en fiat, pero no puede acceder a la mayoría de los fondos, de acuerdo con un expediente judicial obtenido por CoinDesk.
El 31 de enero, Jennifer Robertson, la viuda de Cotten, solicitó la protección por bancarrota a la Corte Suprema de Nueva Escocia. Hasta esa fecha, había aproximadamente 115.000 usuarios con saldos registrados en el intercambio, con 70 millones de CAD en fiat y 180 millones de CAD en criptomonedas, según el documento judicial.
QuadrigaCX tiene aproximadamente 26.500 Bitcoin (92.3 millones de dólares estadounidenses), 11.000 Bitcoin Cash (1.3 millones), 11.000 Bitcoin Cash SV (707.000), 35.000 Bitcoin Gold (352,000), casi 200.000 Litecoin (6.5 millones) y aproximadamente 430.000 Ether (46 millones), con lo que suma un total de 147 millones en criptomonedas, de acuerdo con el expediente, como reporta CoinDesk.
Lo que no ha quedado claro es cuánto había en la cartera fría y cuánto en la billetera caliente. Robertson sólo menciona que “se almacenó una cantidad mínima de monedas en la billetera caliente”, y agregó:
El procedimiento normal era que [el fundador y CEO de QuadrigaCX, Gerald Cotten] movería la mayoría de las monedas al almacenamiento en frío como una forma de proteger las monedas de hackeo u otro robo virtual.
Finalmente, la viuda de Cotten destacó que el único responsable de administrar los fondos y las criptomonedas era él. Por eso, nadie del equipo de la plataforma ni un consultor que han contratado ha logrado acceder a su ordenador, donde está la billetera fría con los fondos.